Actúa Diferente

Esta tarde una de mis estudiantes me mandó un mensaje diciéndome: ¿Leesh, qué pasa con este mundo?  Al leer este mensaje me dije a mi mismo: me he estado preguntando esto en las últimas semanas. Si me escuchas fuera de este continente es probable que no sepas lo que está sucediendo.  A parte de la situación del Coronavirus (que parece una historia de nunca acabar) en Guatemala nos estamos enfrentando a una tormenta tropical, al menos once departamentos han sufrido daños y más o menos 167 personas fueron evacuadas de sus viviendas a albergues. Espero que Amanda (así es como nombraron a la tormenta) no siga ocasionando daños.   Esta mañana al revisar mi correo y redes sociales me di cuenta de que muchas personas estaban publicando imágenes en color negro, completamente negro. Debo reconocer que en ese momento no sabía de qué se trataba todo eso. Entonces, me puse a investigar.  El 25 de mayo de este año se lamenta la muerte de George Floyd, esto ocurrió en el veci...

La vida nos pone en circunstancias que a veces no comprendemos, lo cierto es que todo tiene un propósito.  En esta oportunidad te contaré una historia, la historia sobre un joven soñador y trabajador.  Había una familia, en un pueblo lejos de la civilización moderna y estresada, que vivía muy feliz con lo que ganaban día a día. Nos les sobraba mucho, pero tampoco les faltaba tanto. Tenían suficiente comida sobre su mesa a diario, tenían un techo humilde pero funcional. En resumen, eran muy felices con lo que tenían, o al menos era lo que los padres pensaban.  El hijo mayor, que con todo el esfuerzo de los padres, se había graduado de la universidad con mención honorífica, nada les hacía sentir tanto orgullo a los humildes progenitores, que escuchar el nombre de su hijo en aquél acto de graduación entre la multitud culta y pudiente.  Después de algún tiempo, el muchacho no había conseguido trabajo. Cada noche miraba hacia el cielo contemplando la...

Cuando tenía veinte años, mi madre me contó una historia muy interesante. La historia de un rey poderoso y rico.  Un día, el rey pidió a sus consejeros que le escribiesen una oración de no más de cinco palabras que le ayudase a ser más feliz de lo que ya era. Los consejeros y otras personas sabias que trabajan en el palacio se reunieron por algunos días para escribir la oración que el rey había pedido.  Pasados unos dos o tres días, los consejeros vinieron al rey y le entregaron un pedazo de pergamino, en ella habían escrito tres palabras, en ese mismo instante el rey quiso leer el contenido del pequeño trozo de pergamino, sin embargo, los consejeros le dijeron lo siguiente: - ¡Rey, aún no lo lea! Espere el momento más feliz o el más triste para leerlo, porque la frase que escribimos aplica para ambas situaciones. Contestando el rey, dijo: - Está bien, lo haré así. Después de un gran tiempo, cuando el rey había olvidado el contenido del pequeño pergamino que h...

Realmente aprendemos a vivir cuando estamos solos; cuando nos damos cuenta de que papá y mamá ya no pueden estrecharnos la mano para ayudarnos, porque simple y sencillamente ya no están, se han ido. Aprendemos a vivir cuando perdemos un empleo, el golpe de realidad sucede cuando aquello que nos proveía del sustento diario se ha ido, cuando la cuenta bancaria se ha agotado. Aprendemos tanto cuando estamos solos y sin nada, porque solo así nuestros ojos ven y nuestra mente sabe diferenciar entre lo provechoso y malicioso. Andamos tan tranquilos por esta vida y pocas veces nos ponemos a pensar en el futuro, creemos que nuestra fuente de ingresos y la gente que nos rodea son eternos. ¿Qué hacer? La respuesta es tan sencilla: ¡Aprende a ahorrar! Entre más pronto comiences, mejor será tu situación para el futuro. Desgraciadamente, nuestros padres no nos enseñan el valor del ahorro. En la escuela no nos hablan de esto, tampoco existe una materia en la universidad para encam...

Nos dejamos llevar por la naturalidad de nuestra existencia y se nos olvida lo que realmente significa vivir. Dejamos de lado tantas cosas al azar y tomamos tanto tiempo pensando en qué vestir y dónde comer. Peor aún, decimos que nos falta tanto cuando a veces lo único que hacemos es malgastar y tirar lo que tenemos. Perdemos tanto tiempo pensando en lo que carecemos y nunca agradecemos que tenemos vida para poder realizar todo lo que nos propongamos. El peor error de la humanidad no radica en la falta de sueños o metas, sino en la ausencia de voluntad para hacer las cosas. Perdemos tanto tiempo pensando en el “qué dirán” y nunca nos atrevemos a convertir en acciones nuestros pensamientos.

Muchas veces tenemos miedo a emprender algo, siempre pensamos en el qué dirán y nunca hacemos lo que realmente nos gusta y lo peor de todo, es que terminamos siendo presos de los sueños de otros. Cada año, miles de jóvenes guatemaltecos comienzan su educación en el nivel diversificado. Sabemos perfectamente que es una decisión difícil, porque el camino que elegimos es el que se tendrá que seguir toda la vida (aunque muchos no hacen eso), la decisión que tomamos con anterioridad definirá el resto de nuestras vidas. Pero, ¿Cómo tomar una decisión así de importante a tan temprana edad? Los sueños son algo tan importantes en la vida de las personas, son el motor que nos impulsan a seguir. Pero, ¿Qué pasa cuando el tiempo transcurre y ninguno de nuestros sueños se cumple? ¿Nos rendimos? ¿Continuamos a pesar de las circunstancias? Estoy totalmente consciente de que no es nada fácil. Muchos elegimos una carrera porque nos gusta, otros lo hacen porque es la única opción que tienen d...