Aquí vamos de nuevo
Hace mucho que no escribo nada, eso no es bueno.
He estado muy ocupado últimamente. ¡Lo siento!
Desde hace mucho quería escribir sobre esto, hay que ha estado rondando en mi mente en los últimos días. Muchas veces pensamos que nuestra situación nunca va a cambiar, nunca vamos progresar y nos sentimos congelados ante las situaciones adversas de la vida, lo cierto es que eso es producto de nuestra mente, porque sí se puede avanzar, sí se puede cambiar. Pero ¿Cuál es el secreto? ¡No lo hay! Lo único que hay que hacer es intentarlo las veces que sean necesarias. Lo sé, no es fácil, sin embargo, nuestra mente obedece nuestro corazón; nuestra mente piensa ¿Verdad? ¿Qué hace nuestro corazón? ¡Exacto, siente! Lo que debemos hacer cuando nuestra mente nos hace esa mala jugada es sentir lo que queremos, lo que deseamos, entonces, nuestros pensamientos acerca de eso, cambiarán.
Hace mucho tiempo pensé que nunca podría hacer las cosas que hago actualmente, no me refiero a mi trabajo, sino a mi estilo de vida. Nuestras decisiones nos cambian con el tiempo, no inmediatamente. Según mis maestros, desde la primaria hasta la universidad, yo era un estudiante brillante, recibí premios y halagos, de principio a fin (no crean que soy tan engreído, solo quiero que estén en contexto) sin embargo, a la hora de buscar un empleo, me decían, no tienes experiencia, necesitamos a alguien que sepa desde ya cómo se hace esto. Fue tan frustrante ¿Cómo puede tener uno experiencia si no dan oportunidad de obtenerla? Hubo días en los que me daba por vencido, ya no quería intentarlo.
Aprendí muchas cosas en esos momentos difíciles y oscuros de mi vida. Analizaba las cosas y en mi opinión tomaba en cuenta todas las variables, pero no era así, me sentía derrotado, quién no lo estaría, fue algo tan abrumador, aterrador también a veces. Pero, descubrí algo, debía abrir mi propio camino, enfocar mis fuerzas y energía en lo que yo quería, no en lo que estaba pensando en ese momento, descubrí el poder del querer, porque no solo basta con pensarlo, debes quererlo y convencerte en todos los niveles que es lo que te mereces, que es lo que anhelas en la vida.
Entonces, inténtalo de nuevo, todas las veces necesarias, nunca te des por vencido. El camino es duro, la vida es dura, debemos nadar contracorriente cuando es necesario. La vida está llena de obstáculos, pero con fuerza emocional y racional, podemos lograr todo lo que soñemos.
No tengas miedo, solo hazlo, una y otra vez más.
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