Cuida tu presente para garantizar tu futuro.

La vida nos pone en circunstancias que a veces no comprendemos, lo cierto es que todo tiene un propósito. 

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En esta oportunidad te contaré una historia, la historia sobre un joven soñador y trabajador. 
Había una familia, en un pueblo lejos de la civilización moderna y estresada, que vivía muy feliz con lo que ganaban día a día. Nos les sobraba mucho, pero tampoco les faltaba tanto. Tenían suficiente comida sobre su mesa a diario, tenían un techo humilde pero funcional. En resumen, eran muy felices con lo que tenían, o al menos era lo que los padres pensaban. 

El hijo mayor, que con todo el esfuerzo de los padres, se había graduado de la universidad con mención honorífica, nada les hacía sentir tanto orgullo a los humildes progenitores, que escuchar el nombre de su hijo en aquél acto de graduación entre la multitud culta y pudiente. 

Después de algún tiempo, el muchacho no había conseguido trabajo. Cada noche miraba hacia el cielo contemplando las estrellas, brillantes y dominantes en medio de la oscuridad. Eso le hacía pensar en su vida, pero no porque él estuviera brillando como ellas, sino porque le parecía tan lejos conseguir el éxito. Durante su paso por la escuela, el muchacho desde niño, recibía elogios y presagios muy prometedores, los cuales obviamente, avivaron en el joven los ánimos de conquistar al mundo y ser un profesional exitoso. Sin embargo, cada vez que pensaba en eso, le parecía un sueño, un sueño difícil de cumplir. 

Cierto día, caminando por la calle, pensativo y preocupado por la situación económica de sus padres, se encontró con un viejo conocido, hablaron por un momento e intercambiaron números telefónicos. A los pocos días, su conocido le había enviado un mensaje avisándole que tenía una oportunidad laboral para él, ansioso, tomó su currículum y acudió a la cita. En efecto, no solo eran falsas ilusiones (como había pasado muchas veces), sino una oportunidad real, el salario no sería tanto, pero al menos comenzaría a aportar algo de dinero para comprar algunas cosas de uso común dentro del hogar. 

Siguió trabajando duro hasta que logró reunir un poco de dinero para hacerle algunas modificaciones a su humilde hogar, sus padres, naturalmente se sentían orgullosos de los logros de su hijo y no hacían otra cosa que darle gracias a la vida por lo que les estaba tocando vivir. 

Cierto día, después del almuerzo dominical, llegó una mujer, una de las ex maestras de la escuela secundaria del joven. Hablaron de la vida y de todo lo que había vivido para lograr lo poco que tenía y lo feliz que era viviendo en aquel humilde hogar. Después de la conversación, la mujer le habló de una oportunidad laboral, un empleo en el que ganaría mucho más dinero, tan solo debía invertir un poco de efectivo para obtenerlo. En ese momento, el joven no pensó en el peligro que eso representaba e inmediatamente aceptó la oferta y le dio dinero a esa mujer. Desde aquél día, la mujer comenzó a pedir más y más dinero, haciéndole falsas promesas. 

Una noche, revisando notas periodísticas viejas, el joven encontró que la mujer había sido procesada penalmente por estafar a jóvenes ingenuos y hasta familias desinformadas sobre la vida malintencionada de la mujer, esto alarmó tanto al joven y a su familia que de inmediato comenzaron a reunir pruebas que podrían usar contra la mujer en caso de llegar a un caso judicial, naturalmente se lamentaban, pero ya no había nada qué hacer. 

La historia del joven nos muestra que por estar tan enfocados en nuestros sueños y metas de vida podemos cometer errores y querer tomar atajos que pueden llevarnos al abismo, que pueden quitarnos el sueño y perder el poco capital que con tanto trabajo hemos reunido. 
No es el tiempo que tome llegar a la meta, es lo que haces para llegar a ella. Si quieres saltar etapas para llegar más pronto, sufrirás de las consecuencias. Pero, si trabajas duro y honradamente, gozarás de la tranquilidad. Nada es fácil, pero todo se puede. No hay meta que no se pueda alcanzar, no hay sueño que no se pueda cumplir, lo único que se necesita es pasión, humildad y trabajo duro. 

La vida está llena de obstáculos, de errores, traiciones y cosas feas. Pero de eso se trata, de superar cada dificultad para sentirse pleno y realizado. La vida no es fácil, pero es maravillosa. 

Sé diferente y lucha por tus sueños siendo honrado y dando el ejemplo de que con pasión y entrega, se puede, se puede alcanzar las metas y conquistar los sueños, aunque los demás digan que no, tú demuéstrales que están equivocados. Cuídate de la gente malintencionada e infórmate, edúcate y fórmate porque alguien que no se prepara para la vida, es solo uno más. 

Actúa diferente y sé diferente.  

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