Actúa Diferente

Realmente aprendemos a vivir cuando estamos solos; cuando nos damos cuenta de que papá y mamá ya no pueden estrecharnos la mano para ayudarnos, porque simple y sencillamente ya no están, se han ido. Aprendemos a vivir cuando perdemos un empleo, el golpe de realidad sucede cuando aquello que nos proveía del sustento diario se ha ido, cuando la cuenta bancaria se ha agotado. Aprendemos tanto cuando estamos solos y sin nada, porque solo así nuestros ojos ven y nuestra mente sabe diferenciar entre lo provechoso y malicioso. Andamos tan tranquilos por esta vida y pocas veces nos ponemos a pensar en el futuro, creemos que nuestra fuente de ingresos y la gente que nos rodea son eternos. ¿Qué hacer? La respuesta es tan sencilla: ¡Aprende a ahorrar! Entre más pronto comiences, mejor será tu situación para el futuro. Desgraciadamente, nuestros padres no nos enseñan el valor del ahorro. En la escuela no nos hablan de esto, tampoco existe una materia en la universidad para encam...

Nos dejamos llevar por la naturalidad de nuestra existencia y se nos olvida lo que realmente significa vivir. Dejamos de lado tantas cosas al azar y tomamos tanto tiempo pensando en qué vestir y dónde comer. Peor aún, decimos que nos falta tanto cuando a veces lo único que hacemos es malgastar y tirar lo que tenemos. Perdemos tanto tiempo pensando en lo que carecemos y nunca agradecemos que tenemos vida para poder realizar todo lo que nos propongamos. El peor error de la humanidad no radica en la falta de sueños o metas, sino en la ausencia de voluntad para hacer las cosas. Perdemos tanto tiempo pensando en el “qué dirán” y nunca nos atrevemos a convertir en acciones nuestros pensamientos.